Así, paceños y alteños se las ingenian en tiempos en que se ha hecho muy difícil hallar azúcar en mercados, tiendas y supermercado. “Antes poníamos tres y hasta cuatro cucharaditas de azúcar al café, pero ahora una es suficiente”, señala Felipa Llanque, vecina de Río Seco. La familia Llanque está conformada por cinco personas.
En La Paz, otros apelan a la estevia, el edulcorante natural de los Yungas. “Vivo sola y me compro este pomito de 80 gramos que me dura hasta dos meses. Además, la estevia es muy sana, no es dañina como el azúcar”, refiere Paula Tola Guarachi. Según Víctor José Taborga Montecinos, de la empresa Majota que comercializa este producto, un kilo de estevia equivale a 300 kilos de azúcar. Del mismo criterio de Paula es Juana Callizaya. “Esto me cuesta entre 15 y 18 bolivianos y dura más tiempo que el azúcar.
En mi casa endulzamos todo con estevia”. En la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) la arroba de azúcar cuesta Bs 49,5, mientras que en el comercio se vende hasta en Bs 80.
Doña Betty Calcina, madre de familia de cuatro hijos, cuenta que desde que el azúcar subió y escasea, ahora en su hogar toman de desayuno jugos de frutas. “El plátano y la papaya ya tiene azúcar y no es necesario endulzarlos. Un jugo natural es lo mejor en la mañana. Ya no tomamos té ni café”.
A Mery Tórrez, en cambio, no le convence la idea de sustituir el azúcar, por eso, ella adquiere el producto por quintales. “El secreto es comprarse azúcar, arroz y harina por quintal para no estar en esas filas por una arrobita. Ahora, ante la escasez, para ahorrar, ya reduje de tres cucharadas a una y media”.
En la ciudad de El Alto, don Luis Choque compraba ayer, en la feria dominical 16 de Julio, una libra de chankaka a un precio de Bs 6.
“Yo tengo diabetes y sólo utilizo chankaka. Ahora mis hijos también están empezando a usarla”, explicó don Luis a raíz de que el azúcar escasea en los comercios.
La Razón
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