domingo, enero 16, 2011

Vecinos del Sur electrifican sus cercas pese a una prohibición edil

CONDOMINIO. Este inmueble en Achumani también cuenta con una barda electrificada.

En la zona Sur de la ciudad de La Paz hay inmuebles que tienen cercas electrificadas, pese a la prohibición de la ordenanza 66/96, aprobada hace 15 años, la misma que la Alcaldía paceña no hace cumplir. Las vallas eléctricas, que pueden ser instaladas por uno mismo o por una empresa privada, se suman  a las otras medidas de seguridad que han tomado vecinos de esta zona, para hacer frente a la delincuencia.

En viviendas de Achumani, Calacoto, Cota Cota y Los Pinos no sólo se encuentran vallas eléctricas, sino alambre tejido, alambre de púas, vidrios, alarmas, sensores, guardias privados y  cámaras de seguridad. Además hay vecinos que han comprado cajas de seguridad y han adquirido pólizas de seguro.

Sin embargo, la instalación de vallas eléctricas está prohibida en la ciudad de La Paz. En 1996, en la gestión del ex alcalde Ronald MacLean, el Concejo Municipal aprobó la ordenanza 66/96, que advierte de acciones penales a propietarios de viviendas que instalen este tipo de cercas.

“Se prohíbe en forma terminante la instalación de cargas eléctricas en muros, cercas, rejas, vallas y otros de carácter perimetral que circundan a las viviendas particulares”, dice la norma citada.

Rodrigo Soliz, director de Mantenimiento del Gobierno Municipal, afirmó que hasta este momento la Alcaldía no  logró identificar ni una sola vivienda que cuente con una cerca electrificada.

Añadió que la ordenanza de 66/96, que prohíbe estas instalaciones, se aprobó de manera puntual para que se investigue el caso del niño Juan Gabriel Estellanos, quien sufrió una descarga eléctrica de una valla, a consecuencia de la cual perdió el dedo índice.

“Cómo podemos saber qué malla está electrificada. Obviamente es difícil saber qué casas tienen electricidad en sus cercas, entonces se debe recurrir a los vecinos y como no hay denuncias, no podemos hacer las notificaciones”, manifestó. Sin embargo, en un recorrido que hizo este diario por las zonas citadas, halló sin mucha dificultad las vallas prohibidas, que tienen notorios avisos  que advierten del peligro al que se expone quien trate de rebasarlas. Desde 1996, cuando se emitió la 66/96, sólo un propietario fue identificado y sancionado por tener cercas electrificadas.

Desde entonces no se realizaron operativos, ni controles y menos intervenciones, a pesar de que en los muros o paredes de las zonas como Achumani, Calacoto, Cota Cota y Los Pinos se tiene el anuncio de ¡Cuidado alto voltaje!, ¡Alto, cerca electrificada! y otros. Incluso en estos carteles se incluye el nombre y el número telefónico de la empresa que brinda el servicio.

Soliz explicó que “son las subalcaldías, las dueñas del territorio, quienes autorizan la instalación, de las cercas. Son ellas y no la Dirección de Mantenimiento.  Además, las solicitudes de inspección también deben ser canalizadas por las autoridades de los macrodistritos”, recalcó el director.

No obstante, la subalcaldesa de la zona Sur,  Jeanett  Ferrufino, confirmó que su autoridad no aprobó ninguna autorización para la instalación de bardas eléctricas. “No autorizamos ningún elemento que ponga en peligro la seguridad de la población, haremos la verificación de estas vallas.

No he visto la existencia de las cercas, hasta que usted me llamó (no tenía conocimiento de su existencia)”, dijo la responsable del macrodistrito. Las declaraciones de ambas autoridades y la constatación efectuada por este diario en la zona Sur de la ciudad revelan que la ordenanza que prohíbe la instalación de bardas eléctricas simplemente quedó archivada.

Según Ferrufino, en muchos casos el aviso de  ¡Cuidado, valla eléctrica! es sólo un aviso, pero que en realidad no tienen nada de eléctrico. ¿Usted verificó si están realmente electrificadas? consulto la Subalcaldesa a la periodista de La Razón. Algo similar sucede en el Concejo Municipal de La Paz. Denis Osterman (MSM) aseguró que desconoce la ordenanza de 1996 y la existencia de cercas electrificadas.

“¡Eso es criminal! , no debe haber ninguna barda electrificada, si se detecta  hay que intervenir, no se puede hacer eso”, señaló. El concejal Jorge Silva (MAS) admitió que “la verdad no conocía de la existencia de este documento, de seguro se quedó archivado como muchos otros, porque no tenemos una Gaceta Municipal, que de nombre existe, pero no en los hechos”.

Silva sugirió la modificación de esta ordenanza que en su artículo 2 dispone el inicio de acciones penales contra los propietarios de los inmuebles donde se encuentren cercas electrificadas. Esto, según dijo el concejal del MAS,  podría ser remplazado por sanciones económicas a través del cobro de impuestos, lo que obligaría a que los dueños de inmuebles desactiven las vallas prohibidas.

En la ordenanza también se prohíbe a Electropaz la otorgación de autorizaciones para la instalación de cercas eléctricas. Según la dirección de Comunicación de esta empresa, Electropaz siempre dio cumplimiento a esta  norma.

Pero el problema fundamental pasa porque el país no tiene políticas claras de seguridad ciudadana y la población busca formas de proteger sus enseres y su vivienda. Ésta es la respuesta que este medio logró de los propietarios, a los que les consultó por qué instalan las cercas con electricidad, pese a la prohibición.


El caso Juan Gabriel Estellanos

En 1996, este niño sufrió una descarga de 240 voltios sólo por tocar el timbre de la vivienda de Silvia Portal Arduz, que tenía la cerca electrificada, para recuperar su balón. El proceso por daños graves duró tres años y concluyó con un acuerdo transaccional, aunque el menor perdió el dedo índice.

Según la abogada María Teresa Montaño, que representó al menor, este incidente dio paso a la aprobación de la ordenanza 66/96, que prohíbe el uso de bardas electrificadas en La Paz.


Argumentos a favor
Daniel : “Por seguridad hay cercas eléctricas”
Por el movimiento de esta calle, porque no hay policías sólo hay seguridad privada. A veces hay asaltos por aquí, por eso la mayoría de los vecinos optamos por tener cercas eléctricas o porteros eléctricos y guardias privados. Tenemos adentro un sistema de seguridad con sensores y
alarmas; es sólo por seguridad.
Sandra: “Si está prohibido,  aquí nadie lo cumple”
Electrificaré la cerca porque lo único que buscamos es tener medidas de seguridad. Tengo perros y un sistema de seguridad interna. Por aquí ha habido varios robos y queremos evitar cualquier problema, la cerca electrificada me dará mas seguridad y si está prohibida nadie la cumple porque mucha gente tiene en toda la zona Sur.
Ramiro: ‘Tenemos cajas fuertes empotradas’
Nosotros tenemos que tener mínimamente un guardia, sistemas de monitoreo, compramos cajas fuertes, pólizas de seguro. Si alguien corta el alambre de púas o pasa la valla, los sensores detectan todo y suenan las alarmas y de inmediato la empresa de seguridad llama a la Policía.
José: ‘Es para ahuyentar a los delincuentes’
Eso es de siempre, todos tenemos alambres de púas, otros tienen con electricidad. La parte de seguridad en cuanto a mallas y alarmas es prudente por lo menos para ahuyentar a los delincuentes, claro que no es suficiente, porque lo que debería existir es un mayor patrullaje, más policías en las calles para dar seguridad.

La Razón

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