El complejo que tiene ocho bloques con 86 departamentos fue dotado a los vecinos que perdieron sus viviendas en los derrumbes ocurridos entre el 2007 y el 2009 en Retamani I y II, y sobre la avenida René Zavaleta.
“Es un milagro y agradezco a Dios por haber recibido este regalo”, señaló Gregoria Morales, una anciana que vivía en un anticrético de $us 1.000 en una de las casas que se derrumbó.
Sin embargo, no todo fue felicidad y celebración, debido a que un grupo de al menos 10 personas que no recibieron ese benefició irrumpió contra el alcalde Luis Revilla en plena inauguración del complejo.
“Yo estaba en las listas para el sorteo de mi departamento hasta el viernes, pero el martes me dijeron que mi nombre ya no estaba y que no tengo derecho a protestar”, denunció Elizabeth Ramos, quien dirigió la movilización contra el Burgomaestre.
Según Ramos, tras la protesta, el Alcalde le habría amenazado con iniciarle un juicio. “Estamos pidiendo algo que ha sido de nosotros y por lo que casi me he hecho gasificar y detener por la Policía”, señaló.
Al respecto, la autoridad edil explicó que la tarea más difícil en la ejecución del proyecto fue la distribución de los departamentos, toda vez que sólo se cuentan con 86 departamentos y existe una cantidad mayor de familias damnificadas.
“El Gobierno Autónomo Municipal de La Paz realizó una tarea absolutamente transparente en la asignación de las soluciones habitacionales, tomando criterios técnicos y sociales a fin de beneficiar a los más necesitados de manera ecuánime”, precisó.
El descontento se extendió también a algunas personas que reclamaban mayor espacio. “Somos siete hermanos y todos tienen su familia, llegamos a ser más de 12 personas y no sé cómo vamos a entrar en ese pequeño departamento, porque mi casa era de 300 metros, por eso vivíamos todos juntos”, protestó Juana Molina, una de las beneficiarias.
Acotó que al momento de realizar la selección, los funcionarios municipales les pidieron todos los documentos originales que acreditaban la propiedad de la vivienda. “No creo que sea justo porque hay inquilinos que no han gastado nada y ellos sí están felices con sus casas”, añadió.
Sin embargo, Elizabeth Morales, una inquilina que recibió el inmueble, detalló que les pidieron el contrato original del anticrético y la firma actual de los propietarios.
Al final, el Alcalde y el vicepresidente Álvaro García Linera entregaron las llaves de los flamantes edificios y la segunda autoridad del país comprometió la entrega de más viviendas.
“Falta entregar otras viviendas para otras personas que han perdido sus casitas. El Presidente (Evo Morales) ha comprometido el dinero y falta conseguir el terreno”, adelantó García.
En la tarde, el panorama cambió, camiones cargados de muebles y otros enseres llegaron al complejo. Hombres y mujeres trasladaban sus pertenencias, mientras los niños jugaban en los nuevos parques.
Las familias que ya se habían acomodado estrenaron su propiedad con comida, bebidas, música y armaron fiestas con sus parientes cercanos.
Los ocho bloques fueron construidos por el Gobierno, con recursos de la cooperación venezolana e ingresos propios de la Alcaldía paceña.
Datos del proyecto
Detalles
Cada departamento tiene tres dormitorios, living, un baño y cocina. La urbanización cuenta con todos los servicios básicos.
Inversión
Demandó la suma de Bs 13.934.647.
La Razón
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